viernes, 15 de noviembre de 2013

Las Chicas del Rugby:

Eran las 7 de la noche, me dirigía a la marina, a la casa de una amiga mía, quien se había fracturado el pie, entrenando con sus compañeros de rugby. Mientras las ruedas de mi skate chocaban con las escuálidas líneas de la vereda, jimmi hendrix tocaba all along the watchtower. El lugar, se ubicaba en la AV Juan Escardo cuadra 1, la 147. Andaba tan rápido como podía. Vislumbre la 147 de dicha avenida y toque el timbre; una señora me atendió, me abrió la puerta y me dijo que pase. Subí las enceradas escaleras, y Salude a los presentes. La jugadora de rugby, de lo Leones de san marcos Vannia chehin de 19 años de edad, con un metro 68, corpulenta, de espalda recta, tes blanca y cabello ondulado rubio. Su rostro reflejaba nobleza, sus ojos medio achinados combinaban con su sonrisa, de nariz respingada, y labios no muy gruesos, Reposaba en el mueble, debido al accidente que sufrió hace un par de semanas, cómoda con una pijama muy poco peculiar: un buso largo y apretado, y un polo blanco suelto. Revisaba sus teléfonos mientras me contaba como fue su accidente. Con el uniforme, polo de rayas violetas y rayas blancas, un short negro medias largas, como las que usan los ancianitos en el invierno, del mismo color que de la camiseta. Piernas y tobillos, vendados, y zapatillas con coquitos. El cabello amarrado, y vendas en las manos. Es un "ser humano mas", a quien le gusta los deportes de contacto. Estaba en una de las canchas de san marcos practicando, estaba con mayas para que la pelota no volara. La mayoría del pasto lo cubría la tierra, estaba un poco descuidada la cancha, pero según el entrenador este te arreciaba. En cada esquina la luz fulgente de los reflectores iluminaba la oscuridad, era de noche y los vientos aliviaban el rostro de sus compañeros. El sudor se impregnaba en las camisetas con rayas gruesas de dos colores, algunas rojas y blancas, otras azules y blancas, y así variaban. Llegaba el momento de taclear, y le tocaba a vannia , el coach lanzó el balón, su adversaria lo atrapó, y vannia como si fuera en tren se lanzo al tacle, cayeron al pasto, el polvo se levanto, y otra de sus compañeras se lanzo, lo que nadie vislumbro, fue que el pie de Vannia se habría torcido al caer, y el peso de la rugbier que saltó hacia ellas hizo que se fracturara.

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